El campo magnético de la Tierra tiene una influencia directa en nuestro cerebro
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Campos electromagnéticos: La Tierra y los humanos
El sistema electromagnético humano y la medicina moderna
Los humanos generan su propio campo electromagnético. Todos los órganos del cuerpo humano tienen su propio campo energético, y cada uno genera su propia frecuencia.
La electricidad y el magnetismo son la base de la medicina antigua y moderna. Dispositivos electromagnéticos como la magnetoencefalografía (MEG), la magnetocardiografía (RM) y la resonancia magnética (RM) se han utilizado en todo el mundo durante décadas para registrar, visualizar y diagnosticar los campos magnéticos del corazón, el cerebro y todo el cuerpo.
La terapia magnética moderna también se utiliza con éxito para tratar muchas enfermedades.
El campo magnético de la Tierra y el cerebro humano
La interferencia electromagnética destruye nuestra sangre.
Los glóbulos rojos en la sangre juegan un papel muy importante porque transportan oxígeno desde los pulmones a las células.
Efectos de las interferencias electromagnéticas
Desgraciadamente, hemos caído muy rápidamente en una red de frecuencias artificial, donde a nuestro cerebro le resulta difícil dominar todos nuestros procesos metabólicos sin problemas.
La radiación electromagnética de las comunicaciones móviles, el Wi-Fi y otras nuevas tecnologías provoca desarmonía en el campo energético de los seres humanos y los animales, calienta el tejido biológico y provoca dolores de cabeza, palpitaciones, ansiedad, trastornos del sueño o náuseas en las personas.
El estrés persistente, las fluctuaciones emocionales y la ansiedad también degradan la calidad de las frecuencias humanas. Además, a la Tierra le resulta difícil mantener constantes sus frecuencias naturales, ya que su red cristalina está drásticamente "distorsionada" por perturbaciones artificiales de frecuencia.